Hace veinte años, en una zona rural de China, no había ningún creyente. Sin embargo, ahora la obra de Dios ha progresado enormemente gracias a una mujer que entregó su vida a Cristo y desde entonces Dios ha hecho solo maravillas. Una mujer de negocios fue en un viaje a una ciudad de varios cientos de millas de distancia de su ciudad natal. Allí, ella tuvo el privilegio de escuchar el mensaje del Evangelio y se convirtió en una cristiana. Cuando regresó, su vida pasada y sus creencias quedaron atrás. En lugar de ello, se convirtió en la primera misionera oficial en esa parte de China contando con dos de sus amigas que al oír su testimonio se convirtieron. Una de las amigas tenía una enfermedad incurable durante un tiempo. Los médicos no podían hacer nada al respecto, y parecía que no había esperanza de un cambio. Sin embargo, milagrosamente, después de que ella aceptó a Cristo como su Salvador, se curó y su salud fue completamente restaurada. Ella compartió su historia de la restauración abiertamente con todos a su alrededor. Como resultado, su historia se extendió como un reguero de pólvora entre el resto de las personas en el área rural. Vecinos y personas millas de distancia comenzaron a escuchar la verdad de la curación de Cristo para toda la humanidad y creyeron.Ahora, 20 años después de que una empresaria compartió la Palabra, en una zona donde no había cristianos y muy pocas esperanzas, hay cerca de 44.000 creyentes. Una asociación distribuyó varios miles de Biblias en esa área, un regalo increíble para los creyentes que continúan creciendo rápidamente en la iglesia.
Fuente: mnnonline.org
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